
Para todo el personal
Cuidar de uno mismo y de los dem¨¢s
Todos podemos contribuir a mejorar la salud mental y el bienestar del resto en el sistema de las Naciones Unidas, ya sea apoyando a un compa?ero, adoptando medidas para cuidar de nuestra propia salud mental o introduciendo en nuestro entorno de trabajo cambios que favorezcan la salud mental de todas las personas.
No es responsabilidad nuestra diagnosticar a otras personas ni a nosotros mismos. Si nos preocupa la salud mental de un compa?ero, o la propia, la recomendaci¨®n es acudir a un profesional.
C¨®mo obtener ayuda
Si sentimos que ya no somos los mismos y hemos percibido cambios en c¨®mo nos sentimos o comportamos, es buena idea pedir ayuda a un profesional. Las Naciones Unidas ofrecen opciones diversas, entre las que figuran los Consejeros del Personal y el personal m¨¦dico.
Puede resultar dif¨ªcil decidirse a comunicar a los compa?eros del lugar de trabajo que se nos ha diagnosticado un trastorno o afecci¨®n de salud mental.
Cuando se trata de compartir con los dem¨¢s nuestro estado de salud mental, no hay una manera correcta o incorrecta de actuar. La decisi¨®n de contarlo puede depender del grado en que la afecci¨®n condicione nuestra capacidad para realizar las tareas que se nos asignen, de la cantidad de apoyo que tengamos fuera del lugar de trabajo y de la relaci¨®n que mantengamos con nuestros compa?eros.
Razones para hablar de ello:
- ?Afecta nuestro estado de salud mental a nuestra capacidad para desempe?ar nuestras funciones de manera segura?
- Hablar de nuestra afecci¨®n nos da a nosotros y a nuestro superior o responsable de recursos humanos la oportunidad de debatir los apoyos que est¨¢n a nuestra disposici¨®n o los cambios que podamos necesitar para ayudarnos a seguir trabajando o contribuir a nuestra recuperaci¨®n.
- Adaptar nuestro horario o nuestra carga de trabajo puede reducir el n¨²mero de d¨ªas de licencia de enfermedad necesarios y ayudarnos a ser m¨¢s productivos cuando estemos trabajando.
- Al compartir nuestras experiencias, contribuimos a cambiar la actitud de la gente, y eso puede alentar a otros compa?eros a hablar o buscar apoyo respecto de su situaci¨®n.
- Mostrarse abiertos con nuestros compa?eros de trabajo ayuda a evitar rumores o habladur¨ªas.
- Si nuestro desempe?o o productividad han cambiado, es conveniente comunic¨¢rselo a nuestros compa?eros, pues as¨ª habr¨¢ m¨¢s probabilidades de que se muestren comprensivos.
- Si creemos que estamos siendo discriminados por razones de salud mental, quiz¨¢ debamos presentar una denuncia formal m¨¢s adelante; mantener informado a nuestro superior o al departamento de recursos humanos nos ayudar¨¢ a proteger nuestros derechos. Es buena idea familiarizarse con las normas y reglamentos de la entidad sobre este tema o ponerse en contacto con los representantes del personal o con la Oficina de Gesti¨®n de Recursos Humanos para recibir asesoramiento.
- Nuestro empleador puede ofrecernos ayuda si est¨¢ al tanto de nuestra afecci¨®n. De lo contrario, el cambio en nuestro comportamiento se puede malinterpretar como un problema de desempe?o.
- Nuestra afecci¨®n de salud mental no tiene por qu¨¦ afectar nuestra capacidad para desempe?ar nuestro trabajo.
Seguir trabajando
El hecho de que se nos diagnostique una afecci¨®n de salud mental no significa que debamos ausentarnos del trabajo.
Si nos sentimos con capacidad para seguir trabajando, hacer lo siguiente puede resultar de ayuda:
- Concertar reuniones peri¨®dicas con nuestro superior para definir objetivos realistas e informarlo regularmente de c¨®mo nos sentimos;
- Reunirnos regularmente con una persona de confianza para hablar sobre c¨®mo nos encontramos;
- Pedir que adapten nuestras funciones cuando sea necesario (por ejemplo, con horarios flexibles o teletrabajo si necesitamos ausentarnos para acudir a citas m¨¦dicas);
- Asegurarnos de comunicar claramente nuestras necesidades, sin dar por hecho que los dem¨¢s sabr¨¢n qu¨¦ tipo de ayuda necesitamos;
- Elaborar junto con nuestro superior un plan que deje claro lo que se espera de nosotros y qu¨¦ mecanismos pueden ponerse en marcha para ayudarnos.
Fuente: Beyondblue
Reincorporaci¨®n al trabajo
Despu¨¦s de una licencia por afecci¨®n de salud mental, la reincorporaci¨®n al trabajo puede hacerse dif¨ªcil. En primer lugar, debemos plantearnos qu¨¦ queremos contar y a qui¨¦n (consulte la informaci¨®n ofrecida anteriormente sobre c¨®mo hablar con los compa?eros).
Nuestras necesidades al reincorporarnos al trabajo variar¨¢n en funci¨®n de nuestras circunstancias. Debemos reflexionar sobre qu¨¦ apoyo adicional podemos necesitar, si regresaremos al trabajo a tiempo completo o si iremos aumentando gradualmente nuestras horas. ?Hay tareas que creemos que no podremos asumir nada m¨¢s reincorporarnos? Debemos considerar si nos sentimos c¨®modos hablando con nuestro superior o si nuestro proveedor de atenci¨®n de salud puede brindarnos apoyo e informaci¨®n.
Pensemos tambi¨¦n en lo que queremos contar a nuestros compa?eros acerca del tiempo que nos hemos ausentado del lugar de trabajo. Puede resultarnos ¨²til anotar los pros y los contras de las distintas opciones y hablarlo con alguien de confianza.
Planificar la reincorporaci¨®n al trabajo
Si nos ausentamos del trabajo durante un tiempo y tenemos pensado reincorporarnos, podemos hacer algunas de las cosas siguientes:
- Ponernos al d¨ªa cada tanto con nuestro superior para mantenernos al corriente de lo que ocurre en el lugar de trabajo;
- Comunicar a nuestro superior si deseamos recibir visitas, llamadas o mensajes de correo electr¨®nico de los compa?eros de trabajo.
Autocuidados
Desarrollar, proteger, mantener y mejorar la salud y el bienestar
Gesti¨®n del estr¨¦s:
Presentaci¨®n sobre autocuidados: